Conferencia en la Universidad Nacional de San Luis, Argentina...

Hace unos días me invitaron a participar en el ciclo de conferencias y talleres que da forma a las I Jornadas de Comunicación en la Universidad de San Luis, Identidades Culturales, Tramas Comunicacionales, después de varios mails de por medio para ponernos de acuerdo finalmente ayer tomé el autobús que me llevó a aquella ciudad, debo confesar que la idea de volver a hablar ante un auditorio me ponía tremendamente nerviosa pero al mismo tiempo me entusiasmaba de sobre manera...
Llegué a San Luis aproximadamente a las 19 horas y me alojé en el hotel que tenían reservado para mí, después de instalarme dí un corto paseo por la ciudad y al volver al hotel tenía un mensaje en donde me invitaban a la cena que daban en honor de los participantes y organizadores de las Jornadas, en donde también estaban profesores/as y autoridades de la universidad con quienes hablé de México, de España, y sobre las inquitudes que todos los profesores tenemos para con la educación. Después de una rica cena, un poco de vino y champagne a las 2 de la mañana me retiré. De nuevo en la habitación repasé una a una las palabras de mi ponencia que trataba sobre la crítica literaria en la prensa.
Hoy tempranito sonó el teléfono y desde la administración me avisaban que ya eran las 7 de la mañana, hora en que les había pedido me despertaran. Me vestí, maquillé, peiné y mientras los hacía seguía repitiendo en mi cabeza los argumentos que iba a utilizar en mi ponencia. A las 8 de la mañana salí del hotel, tomé un taxi y llegué a la Facultad. Ahí, un poco más tranquila (en realidad tenía mucho sueño) pedí un café (grande y cargado) intenté de relajarme y otra vez a releer el tema que había preparado.
9.15 de la mañana, me avisan que es hora de pasar al Auditorio Mauricio López, había aún pocos alumnos, de hecho la conferencia estaba programada para las 9 de la mañana, pero como era de suponerse a esas horas tendría poca audiencia por lo que las autoridades decidieron esperar un poco. Entré al recinto casi temblando y después de dar mi breve currículum al presentador, subí al escenario en donde me esperaba una mesa, el micrófono y una deliciosa botella de agua fría, tenía una sed tremenda por lo que agradecí el detalle y antes de comenzar a hablar, vertí la mitad del agua en un vaso, bebí tratando de alejar mis nervios y comencé...
Debo decir que me sentí como pez en el agua, hablando de lo que sé y lo que me gusta: Literatura.. Poco a poco el auditorio se fué llenando de gente y aunque no hubo un lleno total si había una importante cantidad de profesores, alumnos y público en general. Como a mí me dan cuerda y me suelto, conforme iba hablando los nervios desaparecían y mi confianza se hacía más y más evidente; quizá esta mal que yo lo diga pero soy buena en lo que hago, dejo el corazón y eso se nota. Tomando en cuenta que empezamos tarde ya no hubo tiempo de la sesión de preguntas y respuestas. Terminé mi ponencia, vinieron los aplausos, recibí obsequios de parte de la universidad y bajé del estrado. Me despedí de aquellos profesores que había conocido la noche anterior y salí del auditorio.
Tras de mí al menos una docena de entusiastas alumnos quienes se habían quedado con inquietudes sobre lo que yo había hablado y querían que les despejara algunas dudas, estuvimos hablando cerca de media hora, al final se acercó una alumna que tiene un programa de radio en la facultad y me entrevistó. Me sentí otra vez en circulación, tenía y tengo un enorme deseo de volver a hacer lo que me gusta, me encanta que me digan "Licenciada" al fin y al cabo ¡me lo he ganado!; orgullos de mí como hace tiempo no me sentía.
Durante dos años había dejado a un lado mi carrera profesional y hoy en cierto sentido la retomé. La gente volvió a mirarme con respeto y a reconocer mi labor, aunque sólo hayan sido 45 minutos pude volver a sentir el inmenso placer de hablarle a los alumnos, de hablarles de libros y poder compartir con gente más joven que yo mi gran pasión.
El 4 de noviembre se cumplen dos años que dejé mi país, allá trabajé hasta el último día, así que cumpliendo los 2 años de haber aparcado mi ejercicio profesional en busca de aventuras, lo reinicio... No sé... quizá será un buen augurio... también hace un año viajé a Argentina por dos meses para estar junto al hombre que hoy me acompaña y llena mi corazón, soy persona de cábalas y de profundas creencias en las "señales" que da la vida.
Hoy siento que tengo otra vez todo lo que me hace falta y me siento feliz y renovada, con muchas ganas de seguir trabajando y formándome un destino... Quiero seguir, como dice el poeta, haciendo camino al andar.
Earween*
2 comentarios
txiki -
Animo Argentina es tuya.
ilaltic -